No fueron publicados este año. Son los libros, de ahora y de siempre, que más he disfrutado en 2015. Jamás había leído tan pocos libros en un año, en parte porque en esta lista hay una tendencia a la obra total. Disciplina, resistencia, maratón. ¿Volverá la levedad oriental en 2016?

No están ordenados de mejor a peor (¿es posible tal cosa?), tampoco por orden alfabético. Son los que más he disfrutado, del 1 al 10.

1. Novela total

Roberto Bolaño: 2666.

“Escogen los ejercicios perfectos de los grandes maestros. O lo que es lo mismo: quieren ver a los grandes maestros en sesiones de esgrima de entrenamiento, pero no quieren saber nada de los combates de verdad, en donde los grandes maestros luchan contra aquello, ese aquello que nos atemoriza a todos, ese aquello que acoquina y encacha, y hay sangre y heridas mortales y fetidez”. Uno de mis pasajes favoritos de 2666. Sí, este fue su combate de verdad, una novela que quería publicar en cinco tomos pero que fue publicada en uno de más de mil páginas, la última exploración, todo semilla y esencia. Comparan los críticos esta novela con Rayuela, pero creo que es más total. Tenía miedo: Los detectives salvajes me había gustado mucho y no quería sentirme decepcionado. Me ha hecho volar.

2. Crónica total.

Martín Caparrós: El Hambre.

En la contraportada, Caparrós sugiere que leer este libro puede tomar unas ocho horas. NO LE HAGÁIS CASO. Son muchas más. Y mucho esfuerzo. Pero vale la pena. Esta obra crecerá con el tiempo. Será referencia. El atrevimiento es conmovedor: no se me ocurre un tema más trascendente que el hambre, al margen de lo que esté pasando por ahí fuera, en el espacio exterior. Pero tampoco se me ocurre un tema más difícil de difundir. Solo alguien con una colosal capacidad narrativa podría lograrlo. Aquí está. Será complicado que alguien os lo cuente mejor.

3. Viento

Fiódor Dostoievski: Los hermanos Karamazov.

¿Pero cómo puede pensar esas cosas? Me gustó mucho más Crimen y castigo, pero esta obra tiene que estar arriba, bien arriba. Me duele recordar los personajes y sus relaciones. Me molesta. Lo cual solo puede significar que es una buena novela. Siempre recordaré este libro porque me lo llevé al barco de rescate de Médicos Sin Fronteras en el Mediterráneo, pero no pude leerlo debido a la marejada.

4. Génesis.

Leopoldo María Panero: Así se fundó Carnaby Street.

El único libro de poesía que se cuela en la lista de este año. Creo que Panero y Valente son los poetas más actuales que han conseguido entrar en mí. Con ambos empecé por el final, así que ahora he vuelto al principio. Aquí no veo locura, solo ternura: qué blandos y aéreos me parecen los versos de Así se fundó Carnaby Street. Todo Panero es génesis.

5. Ensayo total

Steven Pinker: The Better Angels of Our Nature.

¿Que estamos en el momento menos violento de la historia de la humanidad? No estoy de acuerdo con buena parte de este libro. ¡Pero qué fantástico es este libro! Enciclopédico, arrogante, ambicioso, divertido, didáctico. Y un bofetón a los pesimistas empedernidos. Es bueno no leer solo cosas que refuercen nuestros prejuicios.

6. Honduras

Alberto Arce: Novato en nota roja.

Pero qué pesado que soy. Lo pongo pero no lo comento más, que ya lo he recomendado en muchos sitios. Conoced Honduras a través de uno de los grandes periodistas de los últimos años.

7. Historia

Stefan Zweig: Momentos estelares de la humanidad.

He llegado tarde a este libro, y lo he pagado. No os voy a contar sus maravillas: ya las conocéis. Pero esperaba tanto que lo leí sin apenas pasión. Me pasó algo parecido con Historias de Adriano. Kill me.

8. Siempre

Miguel de Cervantes: El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha

Es decir, solo la primera parte, ¿eh? Tampoco nos pasemos con las relecturas, que cada vez nos queda menos tiempo.

9. Estado Islámico al descubierto

Michael Weiss, Hassan Hassan: ISIS. Inside The Army of Terror.

En los últimos tres años me he leído varios libros sobre Siria y Estado Islámico que no han entrado en la lista. Alguno era desastroso, fruto de las ansias por aprovechar la atención mediática. Este es el primero que me ha gustado de verdad. Con análisis e información de terreno. Escrito en un inglés florido y certero. Bien.

10. Un sueño

Revista 5W: Número 1. Después de la guerra.

Va el último solo porque es autobombo y porque sale en 2016. Es el libro que más veces he (re)leído. Respuestas contradictorias sobre la posguerra. Al margen de lo prometido (crónicas de larga distancia, calidad narrativa), lo singular de esta obra me parece que es su equilibrio entre palabra e imagen. Me cuesta pensar en otros ejemplos. Normalmente son dos campos totalitarios, que luchan por su imposición absoluta. Aquí dialogan, colaboran, se abrazan.

Y mi última nota de 2015: me gustaría volver a ser adolescente y no ser consciente del número limitado de libros que podré leer en mi vida.