Gamoneda: “La poesía no es literatura”
Había leído algunos poemas suyos cuando tenía 17 años, pero no recuerdo en qué libro. Más vívidamente recuerdo haber visto en La Central El libro del frío, que evidentemente era azul, y que me hizo pensar por primera vez en cómo sería el primer libro que yo publicara, y en la relación entre el contenido poético y el continente editorial.
Ayer Gamoneda expuso sus “ocurrencias” en el Ateneo Barcelonés, con motivo de la inauguración de unas jornadas poéticas que no vienen a cuento ahora. “La poesía no es literatura”, dijo. La literatura bebe de la ficción, mientras que la poesía lo hace de la realidad. La poesía no es ficción.
No dijo lo que es la poesía, evidentemente, aunque lo sugirió. El discurso poético existe, pero es otro, y tiene una autonomía separada. Una de las expresiones cotidianas del “pensamiento poético”, los sueños, sí que son son realidad. “Los sueños no son ficción”, insistió.
Gamoneda también esbozó algunas diferencias entre el método poético oriental y el occidental, que, dijo, actúan de forma inversa. La poesía oriental (y aquí todos pensamos en la literatura) va del exterior al interior: es un rodeo centrado en la narración que desemboca en la interioridad poética, en el mensaje lírico.
Del método occidental no habló. Pero dijo que era como el verso de Gustavo Adolfo Bécquer: “Tus labios son un rubí”.
Evidentemente, la poesía sí que es literatura, al menos hasta que no separemos en nuestras mentes el concepto de poesía al que alude Gamoneda de la expresión escrita y el resultado de la poesía, que también conocemos como poesía. Porque la literatura no sólo es ficción, sino una consecuencia, un desborde del oscuro manantial de la creación, de la misma naturaleza en Faulkner que en Beckett o Hölderlin. O sea, con un mismo origen pero con diferentes manifestaciones: en géneros distintos: novela, teatro, poesía.
Y en cuanto a los métodos, esto significa que los mejores poetas españoles últimos (Valente, el propio Gamoneda) están orientalizados. O que el método oriental es más propiamente lírico.