Mis diez libros de 2011

Escribo en todos los libros, aunque sea uno de arte como 'Maestros de la pintura occidental'.

Escribo en todos los libros, aunque sea uno de arte como ‘Maestros de la pintura occidental’.

Dejé atrás la pereza india y parece que Pakistán me ha dado renovado aliento. Este año se ha revelado fecundo para la escritura y la lectura. He acabado la redacción de la tesis doctoral sobre Tagore, que defenderé en primavera, y he entregado un capítulo sobre AfPak para un libro de historia colectivo que es el perfecto regalo (pos)navideño.

No me enrollo. Hemos venido aquí a hablar de lecturas. Reviso los exigentes propósitos que tenía y compruebo que tan solo he cumplido con un 10-15 por ciento de ellos. Da igual. Lo que he devorado este año ha sido muy apetitoso. Libros que recordaré toda la vida. Esta es mi lista personal de 2011; como cada año, no se trata de un repaso de las novedades editoriales sino un recorrido por las obras que han caído en mis manos. Desde que descubrí que Vargas Llosa le pone nota a los libros que lee, hago lo mismo. A ver si se pega algo.

1. El arte del ensayo literario

Mainer, José-Carlos: Historia de la literatura española. Volumen 6: Modernidad y nacionalismo (1900-1939). Madrid: Crítica, 2010.

¿La voz a ti debida? ¡La voz a debida!”. Esta fue la reacción de Juan Ramón Jiménez tras la aparición del célebre libro de Pedro Salinas, que despedía algo más que un olor juanramoniano. José-Carlos Mainer, quién si no, ha escrito una ejemplar historia literaria de nuestra edad de plata. Él no la llama así: descorre velos acerca de otros “marbetes” como Generación del 98 y del 27 y galopa por algunos de los decenios más emocionantes de nuestra literatura atendiendo a la evolución de los géneros, la irrupción del periodismo y la tertulia (café y revista) como eje vertebrador de la vida intelectual. Un ensayo en el sentido más puro de la palabra, alejado de tentaciones positivistas; una historia cultural, una propuesta de conocimiento.

Valoración: 9,5

 

2. El discurso de las humanidades

Guillén, Claudio: Entre lo uno y lo diverso. Introducción a la Literatura Comparada (Ayer y hoy). Barcelona: Tusquets, 2005.

Es una relectura pero como si no lo fuera. Este ensayo ya clásico vibra de erudición. Uno no necesita estar interesado en la literatura comparada para sucumbir a su poder de seducción. Manifiesto a favor de la vida y la literatura, Entre lo uno y lo diverso es uno de esos libros totales que nos crea la ilusión de que es posible abarcar todas las esferas de las humanidades. El George Steiner mediterráneo nos explica uno de los orígenes biológicos de la pasión literaria: la supervivencia. “Quien cita y repite, valora lo repetido, no calcando sino recalcando; y tal vez manifiesta, con tenacidad que llega a ser emotiva, una voluntad de continuidad”. A seguir.

Valoración: 9,5

3. Arte y deleite

Eschenburg, Barbara; Güssow, Ingeborg; Von Lengerke, Christa; Essers, Volkmar: Los maestros de la pintura occidental. Segunda parte: Del Romanticismo a la Época Contemporánea. Madrid: Taschen, 2002.

Lo sitúo en tercera posición porque he leído solo la segunda parte y porque alguien tiene que coronar esta lista. Pero quizá es la obra que más he disfrutado este año. Tiene el esquematismo de los manuales de texto para ofrecer las ideas fundamentales de cada movimiento artístico, profusión de ilustraciones y una exquisita capacidad para el análisis pictórico. “La particularidad de Rouault es el subrayado de los contornos, de modo que cada superficie de color queda delimitada como si se tratara de un vidrio ensamblado por las barras de plomo”. No sé de qué hablan los escritores y ensambladores del libro, pero con esos nombres ya se adivinaba su inspiración. Gracias a mis amigos del cerodós por el regalo: me lo hicieron en 2005 y hasta hace un par de meses no lo había devorado.

Valoración: 9,5

 

4. El lenguaje poético

Paz, Octavio: El arco y la lira. México D.F.: Fondo de Cultura Económica, 1998.

Otra relectura. Nadie me ha explicado mejor las posibilidades del metro francés, inglés y español. La faceta ensayística de Octavio Paz no ha sido suficientemente atendida; embelesan la elástica puntuación, el desarrollo argumental y sobre todo los chispazos de esa privilegiada mente mexicana. No sé si me gusta más este libro o Los hijos del limo, también de Paz. “Todo periodo de crisis se inicia o coincide con una crítica del lenguaje”. El arco dispara la lira hasta el infinito.

Valoración: 9

 

5. Existencialismo paquistaní

Manto, Saadat Hasan: Selected Stories. Penguin, 2007.

Urgente: Maupassant y Poe tienen un correlato paquistaní. Se llama Manto, evocador nombre para los hispanohablantes, y fue uno de los cronistas de la partición del subcontinente. Seguramente no lo conocerán, porque han tenido mucha más fortuna literaria los autores indios. Senos como lámparas o prostitutas fenomenales ayudan a explicar que Pakistán no lo eleve a la categoría de escritor nacional (advertencia: estoy parafraseando uno de mis artículos en El Ciervo). Si hay un existencialismo paquistaní, se halla no solo en el arsenal nuclear sino en los cuentos de Manto.

Valoración: 8,1

 

6. El nuevo canon

Los mejores narradores jóvenes en español. Número 11 de la revista Granta en español.

Una de las características primordiales de nuestra época es que tiene una dificultad mítica para canonizar. Uno echa un vistazo a las revistas de los primeros decenios del siglo XX y los críticos ya tenían claro quiénes serían los grandes de nuestras letras; obviamente, también se cometieron muchos errores. Por eso es tan necesaria esta antología, en la que brilla el ojo crítico de Aurelio Major. Veintidós escritores nacidos a partir de 1975, todos ellos con una promesa particular. Una desigual galería porque algunos textos son cuentos y otros fragmentos de novelas futuras; mundos breves y cerrados frente a una muestra de universos literarios abiertos. El argentino Matías Néspolo exhibe una trabajada madurez narrativa: da la impresión de que lleva escribiendo medio siglo. Creo que Elvira Navarro y Sònia Hernández señalan el futuro. Alberto Olmos, Andrés Neuman, Santiago Roncagliolo y Patricio Pron ya no necesitan presentación. Y también me han gustado Carlos Yushimito, Federico Falco, Andrés Felipe Solano y Rodrigo Hasbún. Léanlos.

Sin valoración. No me he tomado la molestia de calcular una nota media, que sería injustísima.

 

7. En defensa de disciplinas amenazadas

Llovet, Jordi (ed.): Teoria de la literatura. Barcelona: Columna, 1996.

Atención a este conciso manual en catalán de teoría literaria, rico en resonancias. It blew up my mind. Pozuelo Yvancos discurre sobre la deconstrucción; Darío Villanueva se muestra optimista sobre la literatura comparada; J.F. Yvars resume la teoría sociológica del arte; Enric Sullà monta sus ideas sobre la narratología. La batuta es para Jordi Llovet. “Qui ha de portar la veu cantant en el coneixement i l’estudi de la literatura és la literatura mateixa”. No es una obviedad: la intrusión metodológica en terreno literario está a la orden del día.

Valoración: 8

8. El enigma de la materia

Tàpies, Antoni; Valente, José Ángel: Comunicación sobre el muro. Barcelona: Rosa Cúbica, 2004.

La editorial de Alfonso Alegre y Victoria Pradilla publicó en 2004 esta íntima conversación entre Tàpies y Valente, protagonistas del siglo XX pictórico y poético. Precisamente el diálogo entre estas dos disciplinas es el tronco del librito. Nos recuerdan que la creación tiene un origen común mítico, cualquiera que sea su manifestación posterior. Transparencia y materia: el mundo a veces ignora a los que saltan el muro.

Valoración: 8

 

9. Una promesa de Pakistán

Mueenuddin, Daniyal: In Other Rooms, Other Wonders. W. W. Norton & Company, 2009.

Me explicó en una entrevista que le gustan Honoré de Balzac y Saadat Hasan Manto. En este libro de cuentos (ocho en concreto, extraño y discutible número), Mueenuddin explora el orden social paquistaní. Relata cómo un loco puede matar por una motocicleta. Se da un paseo por el profundamente injusto campo paquistaní. Constata que el sexo no entiende de clases sociales, tampoco en un país islámico. Esperemos que, tras este exitoso debut, Mueenuddin mantenga la frescura de estas habitaciones.

Valoración: 7

10. ¿En busca del yeti o de otra vida?

Martínez, Gabi: Sólo para gigantes. Madrid: Alfaguara, 2011.

Desde que hace algo más de un año llegué a Pakistán, escuché varias veces la leyenda de Jordi Magraner, un zoólogo valenciano afincado en Francia, que fue asesinado en el Hindu Kush. El relato era cada vez más espeso en fantasía y detalles escabrosos. Gabi Martínez no solo ha hecho una concienzuda investigación sobre los hechos sino que los narra con una finísima sensibilidad.

Valoración: 7

Y, por supuesto, premio especial para Tagore. En este caso, para la publicación, en cuatro monumentales volúmenes, de la práctica totalidad de su obra plástica. Una joya. Siva Kumar, R. (ed.): Rabindra Chitravali: Paintings of Rabindranath Tagore. Catálogo. Calcuta: Pratikshan, 2011.

Sabios lectores de esta bitácora, ¿cuáles son sus libros de 2011?

Un peldaño en “Mis diez libros de 2011”

  1. Marta says:

    Mis pelis de 2011. Dice el refrán que nunca es tarde si la dicha es buena. Qué lástima. Mi relación de películas llega tarde y probablemente ni siquiera sea provechosa, pero lo prometí y me veo atrapada en mis propias palabras. Advierto que el listado no se corresponde con películas estrenadas el año pasado, sino que vi en esos doce meses que ya se fueron y que me causaron un impacto que no se borrará con facilidad.

    1.-Nader y Simin. Una separación. (Asghar Farhadi, 2011)

    Un auténtico peliculón que aborda con solvencia las distintas capas de la moralidad en su sentido más amplio. Las consecuencias y la conveniencia de la verdad. La fe y la religión, que no siempre están ligadas. El amor, las relaciones paterno filiales, los compromisos éticos, los conflictos jurídicos. Todo ello sin extenderse innecesariamente, con una dirección impecable y unas interpretaciones que devuelven la fe en ese oficio tan antiguo que es representar algo que no eres. Por favor, atentos a la mirada de esa niña que apenas habla y cuyos ojos son pura semántica. Hay quien la considera tramposa, lo es. Toda pieza de ficción requiere de trampas para construirse como relato.

    2.- The Front Page (Billy Wilder. 1974)

    No voy a decir nada más que corrais a verla si no lo habéis hecho. Una auténtica obra maestra que supera las versiones previas de la misma pieza, incluida Luna Nueva con el fantástico Cary Grant. No sólo es un canto a lo adictivo del periodismo, sino una auténtica fiesta alrededor de los enajenados que convierten su vida en una constante adaptación a una vocación. Además es absolutamente hilarante incluso en sus momentos de mayor dramatismo.

    3.- El gato desaparece (Carlos Sorín. 2011)

    Es una película bien ejecutada, con un arranque de tío que sabe de lo que va el cine. Muy buena contraposición a unos médicos plomizos leyendo diagnósticos cuajados de tecnicismos, la aparición de una esposa sencillamente preocupada por la salud de su marido. Una puesta en escena de gran cotidianeidad llena de elementos de thriller. Sorprendente y poblada de humor.

    4.- Carnage (Roman Polansky. 2011)

    Una película muy teatral, se parece a Mike Nichols, pero es Roman Polansky de arriba a abajo. Fantásticos los personajes masculinos que en muchos momentos se meriendan a la Winslet y a la Foster (especialmente a esta última). En realidad se debe a que es más fácil empatizar con la honestidad que desprenden los personajes masculinos. Ellas son insufribles. Ah y el final es absolutamente maravilloso, una moraleja sin caer en el rollito Iriarte y Samaniego. ¿Os acordáis? A un panal de rica miel cien mil moscas acudieron que por golosas murieron presas de patas en él.

    5.- El estudiante (Santiago Mitre. 2011)

    Que nadie se engañe. Es una película profundamente argentina. Lo considero un halago, pero es un inconveniente para hacer carrera internacional. La producción ya sabrá que esta peli lo tiene muy difícil para ir más allá de la Península Ibérica. Interpretada con mucha frescura por actores procedentes del teatro, refleja con acierto una política entendida como el arte de la negociación, como una finalidad en sí misma que se desliga de las ideologías. Hermoso desenlace con varias lecturas, el cínico me gusta más que el romántico, porque el cinismo en este caso me parece más romántico. Exceso de personajes secundarios y gran error el uso del off.

    6.- Black Swan (Darren Aronofsky. 2010)

    En esta película me cuadra todo. Con una gran potencia visual, Aronofsky es un auténtico maestro de la imagen. Recuerdo algunas secuencias tan excesivas y perturbadoras como necesarias para contribuir al clima de asfixia de la película. Absolutamente polisémica. ¿qué pasa cuando el punto de vista se alberga en la demencia?

    7.- In a better world (Susanne Bier. 2010)

    Creo que es una de las películas con las que comencé el año. Tiene muchísimos logros y algunos defectos importantes. Me entusiasma la maestría con la que capta la tendencia escandinava a no expresar la complejidad de sus sentimientos -quien sabe si será por eso por lo que diseñan tan bien-. Moralmente complicada y por encima de todo es impecable en las transiciones. Cuando una escena está a punto de asfixiarte y te retuerces en la butaca intuyendo que algo muy dramático está a punto de suceder, cambia de historia permitiéndote respirar de nuevo.

    8.- Winter’s Bone (Debra Granik 2010)

    Ha ganado muchos premios, no creo que haga falta decir demasiado. Gran impacto visual, relato nada bucólico de la vida alejada de las grandes ciudades y una protagonista que conmueve con solo una mirada.

    9.- Lucio ( Aitor Arregi y José Mari Goenaga. 2007)

    «Anarquista, atracador, falsificador y, sobre todo, albañil». Un fantástico documental, bien construido, bien narrado, bien desarrollado, bien hecho. Ah y unos títulos de crédito que beben de Saul Bass, remiten a Lucky number Slevin y conectan a la perfección el rigor del documental con el vértigo del thriller, exactamente igual a la vida de Lucio.

    10.- A dangerous method. (David Cronenberg. 2011)

    Tengo debilidad por el director y con esta película confirma que cumple con excelencia las exigencias del oficio. Interpretada con gran profesionalidad y corrección, pero carente de pasión. El guión presenta algunos fallos. Vamos a ver, cuando nos cruzamos en la vida con una persona importante de verdad, de esas que hacen que se tambaleen los pilares sobre los que se levanta nuestro proyecto vital debería notarse ¿no?.
    Ah, los créditos son buenísimos. Un manuscrito que pone negro sobre blanco. Justamente el objetivo del psicoanálisis hacer consciente lo que está latente, desvelar lo oculto.

    (Para aquellos que estén afilando las plumas por deshonrosas omisiones, debéis saber que no he visto las celebradas Inside Job, El árbol de la vida, Melancolía, The artist ni El Topo)

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