Haikú californiano
Le contaba mi historia de amor infeliz. Y no parábamos de reír. Yo recordando; ella imaginando.
Le contaba mi historia de amor infeliz. Y no parábamos de reír. Yo recordando; ella imaginando.
Enmimismadamente, te miro. Entimismadamente, me miro. El reverberar abisal.
Pará. La realidad es lo que sí.
Por primera vez, desde aquel terrible día, hicimos el amor y no escapé de mí mismo. Si hubieras prestado atención, si hubieras puesto tus oídos más cerca, habrías escuchado este perfecto, egoísta y solitario latido de tierra.
Espejo de flores: multiplícate.